sábado, 16 de agosto de 2008

VOTOS NACIONALES PERDIDOS

Uno de los partidos políticos “de derechas” hacía el siguiente balance de las que podrían llamar “Fuerzas Nacionales Católicas”:
· FE-JONS , 13.392 votos. Es el más votado, seguramente por el nombre histórico y por presentarse en todas las circunscripciones.
· DN (Democracia Nacional) 12.557 votos.
· Familia y Vida, 8.855 votos.
· España 2000, 7.441 votos.
· AES, (Alternativa Española) 7.061 votos. Muy raquítico, teniendo en cuenta que se presentaban por todas las circunscripciones, que son los que más dinero han invertido, que han tenido programas de radio y que tenían el apoyo expreso de Blas Piñar y la revista Fuerza Nueva.
· Falange Auténtica, 4.817 votos.
· Movimiento Católico Español en el Senado: 5.237 votos en las 13 circunscripciones donde se presentó (con más del 90% escrutado)
· SAIN, 4.440 votos. (Partido Solidaridad y Autogestión Internacionalista). Son católicos de izquierdas o socialistas católicos; algo no impensable pero sí imposible porque –como dice Cristo- “No se puede servir a dos señores”.
· AN, 2.763 votos. (Alianza Nacional. Su lema: “Nación, Raza, Socialismo”. Aconfesionales)
· Frente Español, 1.423 votos.
· PPCr (Partido Positivista Cristiano) 288 votos.
· CTC, (Comunión Tradicionalista Carlista) 211 votos. Casi no tenía candidaturas en el Congreso. En el Senado pueden haber llegado a 45.000 .
· MFE, 60 votos. Sólo en Asturias. (Movimiento Falangista de España)
Este panorama de división de los que se tienen por muy católicos y muy españoles, es un escándalo para la Iglesia y para España. Nos pone frente a ese mal espíritu de disgregación que dio a luz al conocido refrán: “Hay quien prefiere ser cabeza de ratón, antes que cola de león”.
Votar a esta sombra de “derecha” es como arrojar agua en una cesta de mimbre. Ante situación tan lamentable, es de una lógica elemental la opción del “mal menor” hija legítima de la virtud de la Prudencia, a su vez hermana del sentido común.
Afirma Sto. Tomás de Aquino que cuando es forzoso escoger entre dos cosas, que en cada una de ellas hay peligro, aquélla se debe elegir de la que menos mal se sigue.(“Del gobierno de los príncipes”). Es la misma Sana Doctrina que expone Sto. Tomás Moro: “Si no conseguís realizar todo el bien que os proponéis, vuestros esfuerzos disminuirán por lo menos la intensidad del mal.

Habrá, pues, que ponerse a trabajar por la unidad, junto con los primeros mensajeros de la misma: los Obispos. Y hay que hacerlo ya. Dentro de cuatro años –si nos dejan llegar- puede ser tarde.

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