sábado, 7 de junio de 2008

EUROPA FRUTOS DE CORRUPCION

No es que los hechos que comentamos en este artículo, representen la forma de vida habitual en Europa; evidentemente y gracias a Dios no es así. Pero sí es cierto que el rechazo de Dios en la sociedad es la causa mayor de desequilibrios mentales, jurídicos, morales y aun naturales; y cuando se rechaza al Espíritu Santo, los espíritus malignos provocan en los más débiles conductas aberrantes, crímenes impensables, …

Es una pena que ni siquiera de parte de los representantes de la Iglesia se haga un verdadero análisis de la situación. Se echa la culpa al “laicismo”; pero dicho término es hijo natural de la Apostasía, profetizada por Cristo y por San Pablo para Últimos Tiempos. Sin embargo, oficialmente se prefiere no hablar de Apostasía y denostar un laicismo que podría ser coyuntural.


La corrupción del pensamiento postmoderno al cerrarse a la Verdad que es Cristo, ha llegado a tal extremo que los millones de niños abortados ya no cuentan ni estremecen, sino que se promueven desde las principales instituciones políticas y sociales, lo mismo que la “ideología de género”, las prácticas contra natura de los homosexuales o la marginación del amor eterno entre hombre y mujer mediante la exaltación del divorcio. Se confunde la libertad humana con la liberación de los instintos, la realización personal con la egolatría, se corona el vicio y se encadena la virtud, se corrompe el sentido estético al otorgar la calidad de arte no sólo a lo chabacano y deforme sino incluso a lo blasfemo, sirviendo entonces el arte de escenario para la blasfemia y el sacrilegio. Las misas negras y la adoración a Satanás van literalmente en aumento.

Tal grado de corrupción no es posible sin un agente oculto y negativo que actúa como un Cáncer espiritual, y cuyos nombres son bien conocidos en la Historia: Satanás, Lucifer, …

En este clima nace espontáneo el fenómeno de la violencia de género, o surgen casos como el encuentro en Alemania, acordado por Internet hace unos años, en el que un joven se dispuso a ser devorado por el otro. El caníbal alemán, Armin Meiwes dijo que la idea de cortar un cuerpo humano lo excitaba sexualmente, y que para estimular sus fantasías miraba películas de zombis y de matanzas.

Recordemos hoy el caso de Austria que nos han presentado -machacona y quizás intencionadamente- a finales de abril. Hace dos años Austria fue noticia por el secuestro de Natascha Kampusch, la joven que reapareció tras estar ocho años retenida en un zulo en la casa de su captor. Esta vez se trata de Elisabeth Fritzl, una mujer de 42 años que ha pasado 24 secuestrada por su propio padre, que la retuvo en el sótano de su vivienda. Allí, la sometió repetidamente a abusos sexuales que, según sospecha la policía, tuvieron como consecuencia el nacimiento de siete hijos, uno de los cuales murió tras el parto.

Parece ser que un caso semejante se dio en Francia, con Lydia Gouardo, de 45 años, entre 1971 y 1999, si bien no se trataba del padre biológico sino del padrastro.

Decimos que nos lo han presentado machaconamente, porque mucho nos tememos que hayan querido con esa noticia diabólica desprestigiar la institución familiar clásica y pretender con ello justificar las uniones “abominables” según la terminología bíblica para la homosexualidad.

En el número anterior, pg. 3, mencionamos algunos aspectos de Holanda, que han llevado a algún periodista a calificarla como el “pudridero de Europa”.

¿Y de España, qué decir? El 12 de mayo saltaba la noticia de que un joven mataba a su padre adoptivo, un profesor de Primaria, de 32 años, ha ido a prisión por abusar de una menor de 11. Otro individuo de 34 años, Andrés Julián L.H. puede ser condenado a 17 años de cárcel por haber violado a una niña de 10 años en el 2005, la cual que fue madre al año siguiente. Laura Montenegro, madre de la niña, sin embargo, recoge firmas para sumar a las de Juan José Cortés, padre de la niña de Huelva asesinada tras ser víctima de un pederasta, y que tiene por objetivo solicitar la cadena perpetua para estos delitos.

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